Para mis alumnos, que aprendo de ellos y me alegran con sus
ocurrencias.
¡Hola, mundo!
Estuve re-leyendo la nota pasada y me percaté que era un “how-to-complain” sobre la educación y no es la idea pero pocas cosas se pueden rescatar del sistema educativo actual y sus frutos “in posterum”.
Creo que la dinámica de este blog será publicar una nota nueva sobre un tema nuevo cada domingo para tener tiempo entre semana para ir escribiendo con calma y poder escoger un tema que realmente me interese.
Hoy quisiera hablarles de dos temas que me están haciendo ruido desde hace algún tiempo por cuestiones que pronto se darán cuenta. Escogeré sólo una para no hacer muy extenso la entrada.
Vivimos en una sociedad que poco a poco se está desmoronando y deteriorando, olvidándose del respeto, los buenos valores y el cuidado de lo propio. En Venezuela parece ser que no hay un avance así sea a mínima escala en ningún sentido y vamos en retroceso, convirtiéndonos en personas irrespetuosas. Hablaré del tercermundismo y “el rancho en la cabeza” de las personas.
Ayer, me animé a ver la final del Béisbol Venezolano entre Cardenales de Lara y Águilas del Zulias (no soy fanático de ningún equipo) y a la altura del 8vo inning los fanáticos del equipo local (Águilas del Zulia) empezaron a lanzar objetos al dugout del Cardenales. Se tuvo que detener el encuentro por unos 15 minutos aproximadamente. Un estadio con alrededor de 20mil personas ADULTAS se comportó de una manera deplorable y que deja mucho que desear al comportamiento de los fanáticos en el deporte y una clara falta de respeto. Yo me pregunto, ¿este comportamiento cabe dentro de una persona adulta? Que debería ser un ser pensante y con un raciocinio adecuado de alguien más de 20 años de edad. La directiva del estadio tuvo que sacar guardias a resguardar la seguridad de los jugadores y en la pantalla colocaron un anuncio “No lanzar objetos al terreno de juego”. ¿Era necesario ese anuncio? ¿No se sobreentiende ya que no se debe hacer eso? Es como si de un momento a otro una gran mayoría de personas hubiesen regresado a los 6 años de edad cuando nos molestábamos con nuestra mamá por no darnos un juguete que queríamos y no atendíamos a razones de que no había dinero y pataleábamos como unos malcriados. No es necesario que a los adultos se les diga cómo deben comportarse y qué o no hacer, eso debería estar implícito en nosotros.
Así pasa en la vida diaria, el irrespeto y “la viveza criolla” carcomen una sociedad que en antaño era honesta, bondadosa y un poco altruista. ¿Por qué Venezuela tuvo este cambio tan drástico? Culparía a la nueva generación pero visto lo visto en el juego de ayer y en mí día a día, adultos también se comportan de la misma manera. Parece ser que la educación se perdió.
Creo que la situación del país afecta a todos y en todos los niveles. ¿Cómo es posible que jóvenes que se les brinda una educación de “calidad” en instituciones privadas y con todos los lujos que les puedan dar sus padres, sean tan irrespetuosos? ¿Es que acaso los padres no ayudan a inculcarles valores de respeto? Los jóvenes de hoy en día sólo piensan en: sexo, vicios (llámese drogas, alcohol), en pocas palabras, nada que les construye un futuro ni a ellos ni a la sociedad. Entiendo que todos pasamos por una etapa donde sólo queremos “bochinchar” o disfrutar de la vida con nuestros conocidos y allegados. Creemos que somos inmortales, intocables e invencibles pero recuerdo que en mi juventud (aún más joven que ahora) a eso de los 14 o 15 años, no muchos muchachos de mi liceo fumaban o hacían cosas similares a la que hace esta generación. Sí, se reunían para tomar en alguna casa y fumar pero de ahí a faltarle el respeto a alguien o abusar de algún vicio, eran muy pocos en comparación a la actualidad. Como profesor he tenido experiencias agradables y desagradables. Experiencias que me han llenado de orgullo y felicidad y otras que me han hecho dudar si esto es realmente lo que quiero para mi vida. ¿Por qué? Mi generación era temerosa a lo que pudieran hacernos nuestros padres si les faltábamos el respeto a algún profesor y el salón de clase era tranquilo, mientras el profesor dictaba la clase permanecía la calma. Tal vez el miedo no es el mejor método para que uno respete porque no lo haces de corazón pero al menos se mantiene el control en el entorno. Sé que muchos de mis compañeros no lo hacían por sus padres, tendrían otra razón pero ahí estaban, tranquilos. Ese fue mi pensamiento, creyendo que sería como cuando yo estudiaba en el liceo y vaya que estaba equivocado. Con muchísimo esfuerzo mantenía las clases en silencio y muchísimas veces los alumnos me enfrentaron por razones absurdas como “¿Por qué me bajó puntos?”, creo que no se fijó que estaba encima de su mesa de pie. Eso no hubiese pasado jamás en mi generación. Incluso, a mis 7/8 años el insulto más grande que le podías dar a algún compañero era “no voy a jugar más contigo”, hoy en día, la boca de un niño de esa edad es un agujero de malas palabras desde el recuerdo a tu mamá hasta comandos a hacer felaciones, si saben a lo que me refiero. ¿Responderle a mi mamá? ¿A mis 8 años? Lo hubiese hecho y no estaría escribiendo esto. He visto como gentecita de esa misma edad, en la calle, insultan (cuando digo insultos son groserías fuertes) a sus mayores, llámese padre o alguna persona en la calle. ¿Es que acaso se perdió esa educación de respeto de los padres?
Ojo, no me malinterpreten y crean que estoy diciendo que mi generación respeta por los golpes porque conozco a muchos que a esa manera los enseñaron y no respetan absolutamente nada y otros que sus padres jamás estaban en casa y saben cómo comportarse.
Creo que esto pasa a nivel global y son muchos los factores que influyen a este comportamiento en la sociedad. ¿Internet? ¿Falta de los padres? ¿Influencia de los medios? ¿Poca atención de los profesores? Creo que es una amalgama de todo. Si se le da libertad a un joven de andar por internet sin ningún tipo de control, harán desastres y aprenderán cosas que no deben y dentro de sus pequeñas mentes, no sabrán diferenciar lo bueno de lo malo y se dejarán llevar por la sociedad de internet (lo dice alguien que ha pasado varios años de su vida en foros). El caso más resaltante puede ser el de un youtuber de 20 años que parece de menor edad, aparenta unos 16. Hizo un vídeo, un “challenge” (reto por su traducción al español) que consistía en darles unas galletas oreos alteradas a una persona en la calle. En vez de la crema que traen las galletas, sería pasta de dientes y la persona que escogió el sujeto fue a un vagabundo. El señor cogió las galletas con mucha ilusión en sus ojos y 20 euros que le dio el “adulto”. Eso no es lo peor y es sorprendente que no lo sea. El “crio” hace una respuesta porque como era de esperarse muchísima gente se molestó y dice en su vídeo de disculpas que “hasta le ayudó a limpiarse la boca” y “le di 20 euros”. La pasta dental es perjudicial. No es malo que te estés cepillando y te comas un poco por error, la cosa es en cantidades más grandes, por ejemplo con 5 o 6 galletas. Gracias a la vida que el señor no le pasó nada y capaz sintió el sabor raro y las tiró o se las comió con lo hambriento que pudo haber estado, no lo sé. Pero para compensar su “broma” le da 20 euros. Ahora yo me pregunto ¿Qué le han enseñado los padres a esa persona? ¿Que si le haces algo malo a alguien lo compras con dinero? ¿O Tal vez así sienta menos culpa o ya de plano no la sienta? Así son muchos jóvenes actuales que creen que por tener dinero, te pueden comprar y que tu honor y tu dignidad tiene precio.
Los medios son otro factor que influye acá. Los programas de televisión mostrando depravación a cualquier hora del día y los jóvenes ven eso y lo imitan. No digo que el sexo esté malo, pero al menos espera a tener conciencia de lo que estás haciendo y saber cuáles son los riesgos y no lo hagas porque todo el mundo lo hace y mucho menos te sientas presionado ante nada, es tu decisión. Programas sin ningún punto educativo o de alguna información. Entretenimiento bizarro y carente de sentido que hunde más a una sociedad que no sabe diferenciar entre lo que es real y lo que es ficción. Tal vez haya muchos padres y profesores luchando para mejorar la sociedad y estos programas lo que hacen es obstaculizar el proceso. Yo he disfrutado de estos programas de televisión y no lo niego. Pero son eso, programas de entretenimiento y nada más, no deben influenciar en nuestra vida si no traen una enseñanza.
Finalmente te dejo una reflexión para que ayudes en la sociedad donde tú también vives y que te afecta tanto como a mí. Si vives en un país del primer mundo y esto no se ve tan adelantado en tu ciudad, por favor, hazles saber a todos lo que deberían hacer.
No seamos negligentes, es un asunto que nos concierne a todos. Eduquemos a los demás. Nos cohibimos de corregir a alguien (tanto una persona mayor como menos que nosotros) porque no sabemos como responderán. No sientan temor de hacerlo porque al final del día, si esa persona se molesta, de cualquier forma le quedará grabado lo que le dijiste y cuando lo vuelva a hacer, tendrá esa vocecita en su cabeza que le dirá “epa, eso no, eso está mal”. Si eres padre o madre, por favor, préstale atención a tu hijo, quiérelo y fíjate con quién está en las redes sociales, no todos son blancas palomas. Si eres profesor, sé que la paga no es mucha para también ponernos de niñeras pero si escogimos esta profesión, es para cambiar el mundo “un paso a la vez”, así que fíjate en ese alumno con bajas calificaciones o tímido porque ese muchacho no está bien y puede estar pasando por algo y tal vez tú seas su héroe. Y si eres un adolescente que está leyendo esto ¡FELICIDADES! Ya por tomarte la molestia de llegar hasta acá, no eres parte del montón y espero que puedas cambiar para ayudar a avanzar a nuestra sociedad. Tu familia te necesita, tu ciudad te necesita, tu país te necesita, nuestra sociedad te necesita pero sobre todo tú te necesitas porque tú eres el futuro y si tú empiezas a cambiar, harás que los demás cambien con tu ejemplo y activarás el efecto dominó y esperemos que en el futuro, Venezuela y el mundo, sean como antes y que los valores estén primero.
Espero que hayas disfrutado de mi nota y si no compartes alguna de mis ideas, házmelo saber y capaz reflexione sobre algo. ¡Hasta la próxima nota!
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